viernes, 30 de abril de 2010

Cerradísimo

Una vez que finalizó la tarea de armar los equipos, Saiz se acercó a Salceda, lo mandó a intercambiar la camiseta con Moreno para evitar confusiones y le dijo: "Vení de este lado que lo vamos a ganar con fútbol". El Comandante repasó rápidamente la conformación de los elencos e intentó de convencerlo de alguna modificación, pero todo quedó como estaba.
El equipo B empezó mejor, como dándole la razón al sanlorencista adherente a las listas opositoras del club de Boedo. Tomó tres goles de ventaja y parecía que obtendría una victoria holgada. Pero esa brecha fue descontada por el equipo A para el 3 a 3 parcial, tras lo cual daba la sensación de que se revertiría la historia.
Pero no fue así; haciendo la Gran Mourinho, el equipo B se ordenó muy bien atrás y dificultó el juego de un rival mejor dotado técnicamente. Así, Tabares, Liberatto y Moreno no pudieron abastecer a Cima y Giordanelli. Fue la habilidad del redactor de ANSA la que en algunas oportunidades logró quebrar la resistencia del equipo B y debió recurrir a una inusual cuota personal de goles para mantener a su conjunto a tiro del resultado.
Del otro lado, al férreo y eficiente dispositivo defensivo, los ganadores agregaron una gran virtud para aprovechar los contraataques que lograron generar. Saiz fue casi siempre salida clara y falló poco frente a la meta contraria, en la que anotó cuatro veces. Radaelli fue ordenadísimo como siempre, pero además manejó bien el balón cuando le tocó ser poseedor del útil. Olmo y Aimi casi no tuvieron fallas defendiendo y, llamativamente en el caso del primero, gritaron goles propios (dos y uno, respectivamente). Salceda se movió por toda la cancha, redondeando una labor acorde con la prestación de sus cuatro compañeros.
Contra las presunciones iniciales, el equipo B nunca estuvo debajo en el marcador. Pero salvo en el tramo inicial, nunca fue mucho más que su vencido de anoche. La diferencia sólo estuvo dada por la forma en que le cerró los caminos a un oponente que parecía superior.
Jueves 29 de abril de 2010
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 8 - Equipo B 9
A: Gustavo Cima (1), Martín Liberatto (1), Patricio Moreno (1), Rodrigo Giordanelli (1) y Germán Tabares (4).
B: Hernán Aimi (1), Gustavo Olmo (2), Jorge Radaelli, Damián Saiz (4) y Fernando Salceda (1). A este equipo debe computársele un gol en contra de Martín Liberatto.
Votación para mejor jugador del partido
Saiz (4 votos); Olmo, Salceda (2); Aimi y Moreno (1).

viernes, 23 de abril de 2010

Entretenido y de trámite cambiante

Hay un dato interesante para destacar antes de avanzar en el análisis del partido de anoche: hace ya varias semanas que hablamos de encuentros parejos que se definen por escaso margen. Esto habla del buen criterio que en general se está usando para armar los equipos, mucho más si tenemos en consideración que no son siempre los mismos los encargados de repartir a los presentes de manera equilibrada. Este jueves no fue la excepción.
El equipo B fue el que picó en punta; se colocó 2 a 0 arriba sin que el arquero rival (Salceda la vio pasar en ambos tantos) tocara el balón. Esa ventaja no fue casual, porque Saiz y Pato Moreno comandaban con inteligencia a un conjunto prolijo y eficiente, que además contó con el trajín incansable de Tagliafico, la firmeza de Olmo atrás y el buen tino de Radaelli para saber cuándo defender y cuándo soltarse para acompañar en ataque.
En ese primer tramo, al equipo B le costaba encontrar las marcas. Michetti estaba muy desordenado en defensa y en el arranque le costó hacer pesar su habilidad frente al arco rival. Sus compañeros estaban demasiado pendientes de la pelota y no de los movimientos de los oponentes, con lo cual ellos aparecieron solos en posición de remates en varias ocasiones. Pero con el correr de los minutos, el Comandante levantó su rendimiento defendiendo su arco y con eso su equipo pudo frenar el impulso inicial que el conjunto A estaba imprimiéndole a las cifras, además de ajustar detalles defensivos que le permitieron emparejar el trámite.
Así fue que la figura de Minus empezó crecer y con ella el rendimiento de todos su conjunto. Defensivamente se tornó implacable y supo sumar en ataque. Michetti estuvo más cerca de su nivel y gravitó cada vez más en la meta rival. Giordanelli se movía con inteligencia para detectar espacios descubiertos para jugar y Bocha Liberatto siempre era salida clara. Salceda tuvo un buen partido fuera del arco, donde generó varias contras importantes después de interceptar el circuito de juego que intentaban Saiz y Moreno.
El equipo B tomó el mando del marcador cuando promediaba el juego y ya no lo cedió hasta el final gracias, especialmente, al orden que supo encontrar para contrarrestar la clara superioridad que sus rivales habían insinuado en los primeros minutos del muy buen encuentro de anoche.
Jueves 22 de abril de 2010
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 10 - Equipo B 7
A: Rodrigo Giordanelli (1), Martín Liberatto (2), Marcelo Michetti (4), Diego Minus y Fernando Salceda (3).
B: Patricio Moreno (1), Gustavo Olmo, Jorge Radaelli (1), Damián Saiz (4) y Martín Tagliafico (1).
Votación para mejor jugador del partido
Minus (5 votos); Salceda (4); Michetti (1).

viernes, 16 de abril de 2010

Al que madruga, el gol lo ayuda

El Comandante Salceda aprovechó un pase erróneo de Giordanelli en la mitad de la cancha y con una precisa emboquillada desde cerca de la línea central dejó sin nada que hacer a Radaelli, que estaba adelantado; Michetti intentó un remate que se metió en el arco rival después de desviarse decisivamente en el intento defensivo de Tabares y Févola debutó en las redes de San Carlos con una definición riquelmeana que ubicó la pelota abajo a la izquierda. Esos tres goles seguidos y tempraneros fueron la clave para definir el cotejo, que después de ese 3-0 tuvo mucha paridad y tramos de muy bien fútbol.
De los ganadores hay que destacar el juego de conjunto, tanto en defensa como en ataque. Aimi jugó gran parte del encuentro en el arco, donde, a pesar de algunos errores, aportó al triunfo. Michetti no estuvo en una de sus mejores noches, pero no escatimó esfuerzos y fue importante robando muchas pelotas en el medio. Saiz fue importante en la salida, arriesgando poco el balón y sacándolo de atrás con destino casi siempre cierto. Salceda fue ordenado en defensa, estuvo atento para interceptar pases rivales (sus tres goles nacieron así) y tuvo claridad para ceder algunas asistencias a Michetti y Saiz.; para el final de este repaso jugador por jugador del equipo ganador dejamos a Févola, la figura de la cancha. Siempre bien ubicado, generoso en el esfuerzo y con la remarcable virtud de jugar cada pelota con criterio y precisión. Anoche, además, se dio el gusto de los goles propios, algo que no había conseguido desde su reciente debut en nuestro Fútbol de los Jueves.
El equipo B, como se dijo antes, pagó un alto tributo a su dubitativo arranque. Porque conforme avanzó el partido fue creciendo futbolísticamente y achicó la brecha. La conducción estuvo a cargo del menor de los Tabares, que tenía buen diálogo con Pato Moreno. Giordanelli tuvo lagunas de imprecisión (jugó con la camiseta habitual de Salceda, lo que podría explicar un poco el problema). Radaelli se hizo fuerte en defensa y se sumó al ataque cuando pudo hacerlo. Nacho Poblet no pudo sacar demasiado provecho de sus virtudes técnicas, aunque corrió mucho y eso también vale. Más allá de estas puntualizaciones de rendimientos personales, es justo decir también que el equipo B tuvo pasajes de muy buen fútbol y logró varios lindos goles de concepción colectiva.
Jueves 15 de abril de 2010
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 12 - Equipo B 9
A: Hernán Aimi, Emiliano Févola (3), Marcelo Michetti (3), Damián Saiz (2) y Fernando Salceda (3). A este equipo debe computársele un gol en contra de Germán Tabares.
B: Rodrigo Giordanelli, Patricio Moreno (2), Ignacio Poblet (1), Jorge Radaelli (1) y Germán Tabares (5).
Votación para mejor jugador del partido
Févola (5 votos); Michetti (3); Aimi y Saiz (1).

viernes, 9 de abril de 2010

Fútbol y más fútbol

Recuerdo que hace ya muchos años, en radio Rivadavia, “El relator de América” José María Muñoz, cuando se jugaba el partido más importante de la fecha, tenía como comentaristas a Enrique Macaya Márquez y Horacio García Blanco. Lo curioso era que estos dos señores, además de dar su opinión de lo visto en el campo de juego, le ponían un puntaje al encuentro, que casi nunca superaba los cinco puntos.
Muy bien; creo que hasta Macaya y García Blanco habrían calificado con un diez al partido disputado el pasado jueves en el predio San Carlos. Resultado cambiante, impresionante despliegue de algunos jugadores, grandes gestos técnicos de otros, jugadas elaboradas que finalizaron en goles excelentes. ¿Errores? Por supuesto que los hubo, pero no conceptuales sino como consecuencia del cansancio lógico que generaba un partido que no dio respiro.
Echando un vistazo inicial a las formaciones, parecía que el equipo A tenía alguna ventaja en la previa y el comienzo confirmó la presunción. 3 a 0 cómodo y con gran efectividad. Los adversarios no eran un desastre, pero no concretaban lo poco que generaban. De repente los del B arrimaron con dos goles seguidos, pero el A contestó con sendos tantos para acomodar las cosas: 5 a 2. A partir de ese momento, los muchachos que se encontraban abajo en el marcador comenzaron a desplegar un muy buen fútbol, tanto en lo individual como en lo colectivo. Tagliafico y Radaelli se transformaron en los motores del equipo con un ida y vuelta impresionante, a lo que le agregaron marca y gol. Aimi respondía bien como arquero o como defensor, además pasaba por sorpresa al ataque (los tres goles los hizo de caño). Olmo se acomodó como pudo con sus limitaciones a cuestas y Saiz dio la sensación de haber recuperado la lucidez como para poder manejar los tiempos del equipo. Dieron vuelta las cosas 5 a 9.
Pero nada es para siempre. Todo aquello se consiguió con mucho esfuerzo y el reloj del tanque de nafta comenzó a marcar carencia de energías y de autoestima. Parecía que eran las doce de la noche y el coche de lujo se transformó de vuelta en calabaza. Rápidamente tomaron nota de lo sucedido Pato Moreno y Minus, que le dieron ritmo a una remontada que era inimaginable un par de minutos antes. Liberatto jugaba de arquero volante, Giordanelli obligaba en ataque y, por supuesto, cada balón tenía que pasar en forma obligada por los pies de Germán Tabares. Otra vez se daban vuelta las cosas, 10 a 9 para el A ¿Definitivo? No, todavía faltaba lo mejor…
Con gran fuerza de voluntad y con la convicción de que no podían permitir que todo lo realizado hubiese sido en vano, el equipo B se fue para adelante y OTRA VEZ DIO VUELTA EL RESULTADO: 10 a 11 esta vez decía la chapa. Pero Aimi se equivocó en una salida y Giordanelli puso otra vez la igualdad. ¿Era el final? Parecía que sí, era el resultado más justo teniendo en cuenta el esfuerzo realizado por ambos elencos. Pero el A fue por más y al perder el balón quedaron expuestos al último y letal contragolpe del equipo B, donde Aimi enmendó su error y selló el definitivo 11 a 12.
No había tiempo para más; seguramente el Gordo García Blanco vio el partido desde el cielo y le puso un diez a cada jugador, porque le brindaron un espectáculo inolvidable.
Jueves 8 de abril de 2010
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 11 - Equipo B 12
A: Rodrigo Giordanelli (4), Martín Liberatto (1), Diego Minus (3), Patricio Moreno (2) y Germán Tabares (1).
B: Hernán Aimi (3), Gustavo Olmo, Jorge Radaelli (3), Damián Saiz (4) y Martín Tagliafico (2).
Votación para mejor jugador del partido
Saiz y Tagliafico (3 votos); Moreno (2); Liberatto y Radaelli (1).

viernes, 2 de abril de 2010

Una cuestión de resto

Otra gran noche de fútbol de San Carlos. Otro partido equilibrado y bien jugado, que tomó definitivamente su rumbo cerca del final.
El equipo A tuvo un rendimiento parejo e interesante y fue el que comandó el resultado durante la mayor parte del encuentro. Con el reaparecido Sabini como pivote, quien además mostró mucha peligrosidad cada vez que tuvo el arco rival en la mira, definiendo distintas ocasiones con la misma efectividad, ya fuera para tocar de derecha a un palo o para bombearla magistralmente por encima del arquero ante un pique alto, en ambos casos ante la estéril salida de Salceda. Pablo Moreno fue el que más se asoció con él. A Saiz, otro que volvía después de una larga ausencia por lesión, se le notó el parate; pero no desentonó. Radaelli y Olmo se movieron preferentemente en defensa y lo hicieron correctamente.
El equipo B siempre estuvo obligado a remar desde atrás, ya que su rival estableció una rápida ventaja de tres goles y la mantuvo hasta pasadas tres cuartas partes del cotejo. El mérito de los finalmente ganadores fue no rendirse ni desesperarse. Quevedo, que llevaba años sin jugar en San Carlos, mostró ubicuidad para defender y mucho criterio para atacar. Una rendimiento similar mostraron Patricio Moreno y De Silvestri, a lo cual este último le sumó la capacidad goleadora que le había faltado en el tramo inicial y, como perla, una genial devolución de taco a Cima para dejarlo solo y facilitarle la definición de uno de los mejores goles de la noche. El relator de Fox y Salceda no tuvieron una gran noche, pero ambos cumplieron una aceptable labor y sumaron.
Se podría decir que el aspecto decisivo fue el físico. El equipo A estuvo siempre arriba en el marcador mientras contó con aire para oxigenar sus movimientos; pero en la arremetida final, fueron los pulmones de sus adversarios los que parecían estar mejor abastecidos y eso fue clave, ya que el equipo B, después de cumplir la costosa tarea de igualar el marcador pudo darlo vuelta y consolidarlo con rápidos contraataques ante los que los perdedores pudieron oponer poca resistencia.
Jueves 1 de abril de 2010
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 10 - Equipo B 14
A: Pablo Moreno (5), Gustavo Olmo, Jorge Radaelli, Eduardo Sabini (3) y Damián Saiz (2).
B: Gustavo Cima (5), Adrián De Silvestri (6), Patricio Moreno (1), Héctor Quevedo (2) y Fernando Salceda.
Votación para mejor jugador del partido
Quevedo (4 votos); Sabini (3); Cima, De Silvestri y Patricio Moreno (1).