Saúl Agallano
=========
Puedo imaginarlo frente al televisor en la larga trasnoche del miércoles, observando detenidamente el debate y la votación en el Senado por la resolución 125. Allí está él, en su sofá preferido y atento a las imágenes y al sonido que le acerca su plasma de ciento cincuenta pulgadas. Cuando el vicepresidente de la nación está por definir su voto, al tipo le va subiendo la mostaza de la misma manera que le subía cuando lo encaraba algún incauto delantero rival. Julio César Cleto Cobos partió en mil pedazos a las retenciones móviles de la misma forma en la que Saúl Agustín Agallano, nuestro héroe de hoy, se ha cansado de partir jugadores contrarios en el verde cemento de San Carlos.
Su presencia fue otro de los nefastos aportes de Eduardo Bolaños a la lista de El Fútbol de los Jueves. Lo rescató de las tinieblas de la atención telefónica del ex Banco Río. Cuánto habríamos dado para que, en el momento en el que nuestro histórico le propuso sumarse a este grupo, al querido Saúl se le hubiese enredado el cable del teléfono en los pies o la supervisora le hubiera pedido quedarse a hacer horas extras pagadas al triple los jueves a la noche. Nada de eso pasó, lamentablemente, y la Redonda sumó un nombre más a la larga lista de verdugos que la maltratan semanalmente en José María Moreno al 900. Pero Saúl no fue un integrante más de esa cofradía de castigadores de la que no se mancha; fue un líder nato, el más especializado en hacerla llorar con puntazos impresentables, pisadas espantosas e inofensivos remates al arco.
Asistentes a su boda me han contado que un video que se mostró durante la fiesta atestigua sobre sus andanzas amorosas antes de conocer a su actual esposa. Una simpática y lanuda ovejita era la dueña de sus desvelos y, quién sabe, de sus mejores artes como amante.
Felizmente –para nosotros y para la pelota -retirado del fútbol, este sujeto se dedica a la actividad agropecuaria sobre el fértil territorio bonaerense, a la vera de la ruta nacional 5, cerca de la localidad de 9 de Julio. Allá puede darse el gusto de arar sin que ninguna pierna oponente sufra las consecuencias y sin el riesgo de hacerlo como resultado de algún enganche que lo deje en ridículo. En su extenso campo, además, tiene la posibilidad de andar metros y metros con la pelota entre los pies sin que nadie se la robe y la jugada termine, invariablemente, dentro su propio arco. Que aproveche ahora, que su hijo Simón todavía no tiene edad para marcarlo.
Saúl Agustín Agallano es hoy, como quedó expuesto en este review, un próspero productor agropecuario de la pampa húmeda que trabaja para hacer grande al país. Todo lo contrario hace con el fútbol, al que con su presencia en la cancha desmerece irremediablemente.
Que la historia lo juzgue; y si la votación queda empatada, yo no puedo acompañar. Mi voto –obviamente- no es positivo.
=========
Puedo imaginarlo frente al televisor en la larga trasnoche del miércoles, observando detenidamente el debate y la votación en el Senado por la resolución 125. Allí está él, en su sofá preferido y atento a las imágenes y al sonido que le acerca su plasma de ciento cincuenta pulgadas. Cuando el vicepresidente de la nación está por definir su voto, al tipo le va subiendo la mostaza de la misma manera que le subía cuando lo encaraba algún incauto delantero rival. Julio César Cleto Cobos partió en mil pedazos a las retenciones móviles de la misma forma en la que Saúl Agustín Agallano, nuestro héroe de hoy, se ha cansado de partir jugadores contrarios en el verde cemento de San Carlos.
Su presencia fue otro de los nefastos aportes de Eduardo Bolaños a la lista de El Fútbol de los Jueves. Lo rescató de las tinieblas de la atención telefónica del ex Banco Río. Cuánto habríamos dado para que, en el momento en el que nuestro histórico le propuso sumarse a este grupo, al querido Saúl se le hubiese enredado el cable del teléfono en los pies o la supervisora le hubiera pedido quedarse a hacer horas extras pagadas al triple los jueves a la noche. Nada de eso pasó, lamentablemente, y la Redonda sumó un nombre más a la larga lista de verdugos que la maltratan semanalmente en José María Moreno al 900. Pero Saúl no fue un integrante más de esa cofradía de castigadores de la que no se mancha; fue un líder nato, el más especializado en hacerla llorar con puntazos impresentables, pisadas espantosas e inofensivos remates al arco.
Asistentes a su boda me han contado que un video que se mostró durante la fiesta atestigua sobre sus andanzas amorosas antes de conocer a su actual esposa. Una simpática y lanuda ovejita era la dueña de sus desvelos y, quién sabe, de sus mejores artes como amante.
Felizmente –para nosotros y para la pelota -retirado del fútbol, este sujeto se dedica a la actividad agropecuaria sobre el fértil territorio bonaerense, a la vera de la ruta nacional 5, cerca de la localidad de 9 de Julio. Allá puede darse el gusto de arar sin que ninguna pierna oponente sufra las consecuencias y sin el riesgo de hacerlo como resultado de algún enganche que lo deje en ridículo. En su extenso campo, además, tiene la posibilidad de andar metros y metros con la pelota entre los pies sin que nadie se la robe y la jugada termine, invariablemente, dentro su propio arco. Que aproveche ahora, que su hijo Simón todavía no tiene edad para marcarlo.
Saúl Agustín Agallano es hoy, como quedó expuesto en este review, un próspero productor agropecuario de la pampa húmeda que trabaja para hacer grande al país. Todo lo contrario hace con el fútbol, al que con su presencia en la cancha desmerece irremediablemente.
Que la historia lo juzgue; y si la votación queda empatada, yo no puedo acompañar. Mi voto –obviamente- no es positivo.
Fecha de nacimiento: 28-11-78.
Debut en el FdlJ: 2000.
Al arco: como un poste de alambrado.
Defensa: retenido como la soja.
Mediocampo: lento como una vaca.
Ataque: inofensivo como una oveja.
Evaluación general: un verdadero caballo.
Michael Bolton
2 comentarios:
CHARLY JUDO-K:
Esta todo mas que dicho, el Futbol de los Jueves se vino a pique desde que Edu empezo a traer a todos sus amiguitos de Rioline.
En lo que respecta a Saul, se ha comentado mucho su parecido con el "Chacho" Coudet, aunque ultimamente cambio el apodo por el "Chancho" Coudet
Zizou:
Aunque el poeta Michael ya se había referido a otros artistas del karate futbolístico, nadie ha podido alcanzar el triple dan-mortal de Saúl "te dejo rengo" Agallano. Tan sólo ver su fotografía adjunta de sus "cualidades" de cirujano me teletransportaron a inolvidables dolores, así como también a la imborrable jornada en cierto Club, donde el grupo disfrutó de un día de sol, y el protagonista celebraba especialmente la revisación médica pre-pileta...
Publicar un comentario