Los cuatro goles consecutivos y la soberbia tarea de Cima en el arranque del juego descolocaron al principio los pronósticos que los planilleros de la noche se habían animado a arriesgar ni bien quedaron definidas las formaciones. Además, durante algunos minutos el equipo B supo manejar el ritmo del partido. Pero, como diría Sabina, esa superioridad duró "lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks".
Por un lado es lógico. Los goles del relator de Fox y el cuidado orden de Radaelli y Olmo no fueron acompañados por los "talentosos" del equipo. A Poblet se lo comió su propio vértigo y Tabares... ¿qué decir de Germán que ya no hayamos dicho? Juega parado, esperando que la pelota le llegue y no buscándola; gambeteando cuando debe pasarla y viceversa y -más allá de su gol de anoche- terco para no rematar al arco, aun cuando la posición hace que el pase que él intenta hacerle a un compañero peor ubicado sea contraindicado por la más básica lógica de este juego.
Del otro lado hubo un conjunto que hizo gala de esa condición colectiva. Michetti y Ciociano -éste último algo contenido por una molestia física- sí supieron hacerse cargo de su rol de líderes futbolísticos y condujeron a las correctísimas tareas de Bolaños, Saiz y Tagliafico a una victoria que no admite ningún tipo de discusión.
Jueves 16 de julio de 2009
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 17 - Equipo B 10
A: Eduardo Bolaños (3), Leonardo Ciociano (3), Marcelo Michetti (5), Damián Saiz (5) y Martín Tagliafico (1)
B: Gustavo Cima (8), Gustavo Olmo, Ignacio Poblet, Jorge Radaelli y Germán Tabares (1).
Votación para mejor jugador del partido
Michetti (4 votos); Cima (3); Bolaños (2); Tagliafico (1).
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