viernes, 22 de febrero de 2008

Mucho calor y poca paridad


En el contexto de otra calurosa noche porteña se dio otro resultado concluyente.
Con grandes actuaciones de Giordanelli, Radaelli (foto, otra vez figura) y Barutta y el acompañamiento de los hermanos Saiz, la actuación del equipo ganador dejó dudas acerca de la diferencia. La contundencia del bancario Giordanelli frente al arco rival fue un sostén decisivo para los números del marcador, que entra en la estadística como la segunda goleada consecutiva de lo que va de la temporada.
El conjunto derrotado, más atribulado por la adversidad climática que por el desempeño de su oponente, no tuvo respuestas. No fue suficiente con las correctas tareas del Peruano Tabares y del Ruso Aimi, que no encontraron acompañamiento apropiado en los demás integrantes de su equipo. Otero y Lecadito (gracias por volver después de tantos años, doctor) sintieron los rigores de la temperatura, lo que atentó decisivamente contra el rendimiento que se esperaba de ellos. Liberatto, tras un par de definiciones fallidas, pareció pelearse consigo mismo; también él quedó en deuda, a pesar de haber sido el máximo anotador de su cuadro.
Pero no sólo el rendimiento de algunos jugadores fue incompleto. También lo fue el período de juego, ya que un inesperado corte de luz cinco minutos antes del final mandó a los jugadores a las duchas; algunos de ellos, seguramente, desoyeron esto último, marchándose a su casa portando los pestilentes vahos que produjeron durante el juego.
Jueves 21 de febrero de 2008
Cancha #2 del complejo San Carlos
Equipo A 15 – Equipo B 7
A:
Sergio Barutta (1), Rodrigo Giordanelli (6), Jorge Radaelli, Damián Saiz (5), Leonardo Saiz (3).
B: Hernán Aimi, Martín Liberatto (3), Pablo Lecadito (2), Diego Otero, Germán Tabares (2).
Votación para mejor jugador del partido
Radaelli (3 votos), Damián Saiz y Barutta (2), Aimi, Giordanelli y Leonardo Saiz (1).

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra vez la misma foto?... aunque sea cambienle el color de la camiseta con el Photoshop. Que poca producción!!

Anónimo dijo...

Buenas!!!

Ví luz y entré...

Paso a saludar y a dejar constancia de mi reclamo por la ausencia de los premios!

Adios...

Anónimo dijo...

Perla blanca y perla negra.
Soy Guillermo Nimo, el crítico número 1. Agradezco a Fernando Salceda por haberme contratado, ya que no tengo mi lugar en La red (Nimo no perdona) y ni siquiera Sofóvich me tira una soga.
Si más preámbulos, a lo mío:
Perla blanca del pasado jueves para Javier Tabares. Gran actuación, memorable. Un fenómeno en la definición, corredor, sacrificado, pensante. Jugó un partido excelente a pesar de haber tenido una semana complicada y cansadora por su viaje a Potosí. Por lo menos, así lo veo yo.

¿Quién imaginan ustedes que puede inaugurar la sección de perlas negras? ¡¡Acertaron!!
Esta perla negra es para usted,
MARTÍN ALEJANDRO TAGLIAFICO.
¿No le da vergüenza? Otra vez dijo que concurriría al juego y se volvió a bajar a último momento. Y esta vez, para colmo, envió a un jugador suspendido como Minus. Y ni siquiera advirtió a tiempo a los organizadores, un despropósito.
Señor Tagliafico, ¡RECAPACITE! No pase más papelones, sus amigos están decepcionados con usted. Tome conciencia y mejore, porque sinó se quedará sin amigos. Por lo menos así lo veo yo.

Pero esto no es todo. Lamentablemente para todos, y para mí también, pues no cobro por perla sino por nota. Hubo otra perla negra el pasado jueves. Y ES PARA USTED, SÍ PARA USTED SR. DAMIÁN SAIZ.
Lo suyo fue bochornoso, difícil de presentar. Castigar tan duramente, con insultos incluídos, al chico Poblet no tiene nombre. Poblet es un buen muchachito y por más que se pierda un gol increíble, nada justifica su reacción, Sr. Saiz. Lo que pasa es que ud. piensa que juega la final del mundo cada jueves, y no es así. Es un encuentro de amigos que pretenden pasar un momento grato, pero ud. con sus actitudes genera un ambiente hostil que nadie desea. No se si está nervioso por su reciente casamiento o por el andar irregular de "su" San Lorenzo. Analice su comportamiento y corríjalo para el bien de todos. Por lo menos así lo veo yo.