Reconozco, mis queridos amigos, que estoy realmente ansioso por presenciar la final que disputarán Vélez y Huracán en el barrio de Liniers. Aún guardo en mis retinas imágenes de aquel partido del 3 de octubre de 1971. Los Quemeros le aguaron la fiesta a los Fortineros con un 2 a 1 inesperado; me pregunto si los hoy dirigidos por Ricardo Gareca tendrán revancha casi cuarenta años años después.
No menos ansioso me tiene la tabla de posiciones que publicaré en nuestro próximo encuentro. Como ya les adelanté, se trata de un acumulativo de perlas blancas y negras. Haré una mención especial para los punteros, pero nada más. Acá no hay campeones de medio año como en las tierras de El hombre del poncho (Me refiero a Don Julio, por supuesto).
Jueves 11 de Junio
Perla Blanca: PATRICIO JAVIER MORENO. Estoy tan emocionado como el resto de sus compañeros con este esperado regreso; usted se hace acreedor a este galardón que premia hoy el esfuerzo y la perseverancia. Su evidente falta de ritmo se notó, pero realizó una tarea aceptable e incluso convirtió un tanto. ¡Mis más sinceras felicitaciones! PERO TENGA CUIDADO: no cometa el error de pensar que las perlas blancas se consiguen fácilmente. Una vez que adquiera ritmo de competencia será medido con la misma vara que el resto de los muchachos Y NUNCA SE OLVIDE de que la perla sin color lo puede estar esperando a la vuelta de cualquier esquina.
Perla Negra: UN CONOCIDO DE LA CASA. Adelante, pase usted, póngase cómodo, GERMÁN ANÍBAL TABARES. Una vez más, jugó el partido distraído y poco comprometido con el juego, demasiado atento a las bromas tontas y a las cargadas mutuas con alguno de sus rivales. En distintos pasajes del encuentro, sus cuatro compañeros tuvieron que pedirle que modificara su actitud. Lo mismo de siempre. Yo me pregunto, más que como crítico, como hombre de bien: ¿no será el momento de darle descanso a este muchacho? ¿Es una persona normal aquella que tiene como objetivo un premio descalificador? ¿Hasta cuándo sus ocasionales compañeros soportarán semejantes desplantes? ES TAREA DEL CRÍTICO NÚMERO UNO ADVERTIR A LA MARAVILLOSA FAMILIA DEL FÚTBOL DE LOS JUEVES LO PELIGROSO DE ESTE PERSONAJE PARA LA SALUD MENTAL DE TODOS. Después no digan que no les avisé.
Jueves 18 de Junio
Debo reconocer que, al igual que mi querido amigo Michael Bolton, no disfruto en lo más mínimo cuando hay un reconocimiento para JORGE MARIO RADAELLI. Seguramente, estoy sensibilizado por su reciente paternidad; y por eso le otorgo esta Perla Blanca. De todas maneras, hizo un partido correcto y selló el empate en la última jugada tras pelear una pelota que cualquier otro habría dado por perdida. Esta última acción, ahora que lo pienso bien, fue la que realmente me conmovió. Pero ahora que lo pienso mejor aún, creo que no alcanza. ¿Saben que voy a hacer? La Perla Blanca se la doy a la señora de Radaelli y al recién nacido Quique (y se la quito al padre) ASUNTO ARREGLADO.
Hay una segunda Perla Blanca y de ninguna manera voy a permitir que se ponga en duda mi honestidad. FERNANDO GABRIEL SALCEDA jugó casi todo el partido como delantero y se destapó con siete goles, ninguno de los cuales fue un mero pase a la red y algunos de ellos fueron de buena factura, especialmente el cabezazo que concretó tras el largo y quirúrgico pase de Minus. Muchos lo ven más calmo que en etapas anteriores y afirman que eso redunda en una mejora de su juego. Es absolutamente cierto que el Comandante abona religiosamente mi sueldo y cumple a rajatabla con algunos caprichos que figuran en mi contrato con El Fútbol de los Jueves. Pero esto nada tiene que ver con la adjudicación de perlas. Vale la aclaración para aquellos irrespetuosos que alguna vez insinuaron que yo, EL NÚMERO UNO DE LOS NÚMERO UNO, le anduve chupando las medias a Gerardo Sofovich porque “me daba de comer” cuando yo la pasaba mal.
Perla Negra: ¿Cómo dice que le va, señor HERNÁN JORGE RUSO AIMI? Pase, póngase cómodo usted también. Siéntese junto al menor de los Tabares en el “SILLÓN DE LOS IMPRESENTABLES”. Esta vez la perla oscura le es otorgada estrictamente por sus pocas dotes como arquero. Su equipo tenía el partido ganado y, con el encargado a punto de dar por terminado el encuentro, salió incomprensiblemente a buscar (y perder, en complicidad con la indolencia habitual de Germán Tabares) la pelota con la que Radaelli selló el inesperado empate; ya había tenido algunos errores que tuvieron su máxima expresión cuando se quedó adherido a la línea de gol en lugar de intentar evitar el preciso cabezazo de Salceda mencionado más arriba. SEÑOR AIMI: ¡¡¡¡RECAPACITE DE UNA BUENA VEZ!!!! Piense, analice, medite, haga yoga; mejor dicho, HAGA ALGO en forma URGENTE. Así no puede seguir…
Por lo menos, así lo veo yo.